Al despertar y contemplar cómo las luces de un nuevo día nos invitan a iniciar esta jornada y elevamos nuestras súplicas confiadas y te damos gracias porque sabemos que nos bendecirás, nos guardarás y nos guiarás. No permitas que los obstáculos nos quiten la tranquilidad y la alegría ni que nos lleven a lo negativo, porque muchas veces nos quejamos y desalentamos ante las dificultades de la vida, ante la incomprensión o el rechazo y la crítica. Qué difícil nos resulta en esas circunstancias tener fijos nuestros ojos en Ti, que mantienes nuestra fe. Confórtanos ya que necesitamos que se nos anime en nuestro camino de fe para no caer en el desánimo y la desesperanza; y la mejor manera de reanimarnos es escuchando tu palabra, que es viva y eficaz, y sobre todo poniéndola en práctica ya que es esperanza y fortaleza. Danos la alegría de poder vivir conforme a la promesa que hoy nos das en la carta a los Hebreos: “Te llenaré de bendiciones y te multiplicaré abundantemente”.
En este día recordamos a santa Inés, virgen y mártir, que vivió a comienzos del siglo IV. Fue martirizada a los 12 años en la persecución de Diocleciano. Se dice que el hijo del prefecto de Roma, al ser rechazado por ella, atentó contra la pureza de Inés. La santa se negó a rendir culto a la diosa Vesta y fue condenada a muerte. Por su ejemplo de pureza, el 21 de enero se bendicen dos corderitos que luego se ofrecen al Papa, para que, con su lana, sean tejidos los palios destinados a los arzobispos. Estas ceremonias se realizan en la iglesia Santa Inés. Por su testimonio de fe y sacrificio, ayúdanos a dar testimonio de esperanza. Amén.
Un muy feliz, alegre y optimista martes.
P01ALABRAS DEL SANTO PADRE
Los que tienen la enfermedad de los fariseos y son cristianos que ponen su fe y su religiosidad en muchos mandamientos: Ah, debo hacer esto, debo hacer aquello. Cristianos de actitudes: “Pero ¿por qué hacéis esto?” “No, hay que hacerlo.” "¿Pero por qué?" “Ah, no sé, hay que hacerlo”. ¿Y dónde está Jesús? Un mandamiento es válido si viene de Jesús. (…) Pero, Padre, ¿cuál es la regla para ser cristiano con Cristo y no ser cristiano sin Cristo? ¿Y cuál es la “señal” de que una persona es cristiana con Cristo? La regla es sencilla: sólo vale lo que te lleva a Jesús, y sólo vale lo que viene de Jesús. Jesús es el centro, el Señor, como Él mismo dice. ¿Esto te lleva a Jesús? Adelante. ¿Este mandamiento, esta actitud viene de Jesús? Adelante. Pero si no te lleva a Jesús, y si no viene de Jesús, pero quién sabe, es un poco peligroso. La regla es: soy un buen cristiano, pero estoy en el camino de un buen cristiano, si hago lo que viene de Jesús y hago lo que me lleva a Jesús, porque Él es el centro. La señal es: ¿soy capaz de adorar? Adoración, la oración de adoración ante Jesús. Que el Señor nos haga comprender que sólo Él es el Señor, Él es el único Señor, y que nos dé también la gracia de amarlo tanto, de seguirlo, de ir adelante. camino que Él nos muestra. Él enseñó. (Homilía desde Santa Marta, 7 de septiembre de 2013)
