1- Dimensión misionera: "Id a todos los pueblos"
"La primera dimensión del mandato que el Cristo resucitado confía a sus discípulos apunta a la universalidad; y ello en un doble sentido. Aunque Jesús al principio envía desde el monte a sus discípulos, la prominente ubicación del mandato misionero al final del Evangelio de Mateo se sugiere, en primer lugar, que todos los bautizados son enviados y llamados a la misión. La segunda figura de la universalidad viene dada con la dirección en la que señala el "id", a saber, "a todos los pueblos". El mensaje de que todos los bautizados tienen que dirigirse a todos los pueblos concierne a todos los hombres y a todas las naciones. El Dios de los cristianos no solo es el Dios de los cristianos, sino el Dios de todos los seres humanos…En consecuencia, el mensaje de Dios no está destinado a un círculo determinado, sino a todos los hombres".
2 -Dimensión pastoral: "Haced discípulos"
"Nunca se puede ser discípulo de Jesús solo para uno mismo, sino siempre como mimbro de esa nueva familia de Dios que Jesús ha fundado y a la que pertenecen sus seguidores... El encuentro de Jesucristo como communio de Dios en persona es de por sí un encuentro con los hermanos y, por ende, unión y responsabilidad recíproca. Por eso, la nueva evangelización no puede darse por satisfecha con guiar a las personas a la comunión con Jesucristo, sino que debe invitarlas asimismo a convertirse en miembros del Cuerpo de Cristo incorporándose a la comunidad de fe que es la Iglesia. Pues la nueva evangelización no se realiza solamente en el anuncio, sino que ante todo es una nueva forma de vida en la communio de la Iglesia".
3 - Dimensión litúrgica: "Bautizadlos en el nombre del Padre…"
"Del mismo modo que en los orígenes de la Iglesia el bautismo se hallaba asociado con una conversión radical, hoy la evangelización tampoco es posible sin una disposición a la conversión y al cambio de mentalidad... Para la nueva evangelización de hoy lo anterior debe significar en primer lugar, que esta deba adoptar necesariamente la forma de catecumenado, en el que puede madurar aquel hombre nuevo que en el bautismo es extraído del agua pascual. En segundo lugar, la nueva evangelización solo puede anunciar y exigir honestamente la conversión si la iglesia se ofrece como comunidad de vida, como ámbito de un nuevo estilo de vida en el que resulte posible la conversión... De aquí se desprende, como tercera consecuencia, que la nueva evangelización debe ser mistagogía, es decir, iniciación a la vida con el Dios vivo, quien en su Hijo nos ha mostrado su rostro verdadero; y, por consiguiente, también iniciación a la comunidad de fe de quienes creen en ese Dios".
4 - Dimensión profética: "Enseñadles a cumplir cuanto os he enseñado"
“De cara a la nueva evangelización tiene una importancia fundamental el hecho de que la fe cristiana sea percibida hoy por las personas realmente como evangelio y, por consiguiente, como habilitación para la alegría de la vida. Con todo, la alegría no se contrapone a la apremiante seriedad que también se halla contenida en el Evangelio y no puede ser obviada sin más. Pues “una noción de “evangelio” que no contenga ya la seriedad de la ira de Dios no tiene nada que ver con el Evangelio bíblico”.
Tomado de: Semilla Cristiana.com
Autor: Cardenal Kurt Koch
Fecha: 16 de marzo de 2010