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Historia Parroquia Santa María Goretti

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Fotografía
P- SMG - Bogotá

La comunidad Gorettiana se caracteriza por un sentido de convivencia en el respeto, buen trato, solidaridad,  fe arraigada y fervor religioso.

La vida del barrio ha estado animada por los valores del Evangelio con la orientación permanente de sacerdotes que se han destacado por su cercanía, su espíritu de servicio y consagración a la tarea evangelizadora, contando con la participación activa de la comunidad. Desde los comienzos de la década de los años 60 la comunidad se reunía en una pequeña capilla ubicada dentro de la Hacienda "El vergel" propiedad de la familia Cuéllar, cuyos restos reposan en el templo como reconocimiento a su generosidad ya que ellos donaron los terrenos para su construcción. 


El padre Julio César Latorre fue el primer párroco; "en una capilla redonda en medio de los jardines. Con la ayuda de los feligreses, de la Curia y otros recursos se construyó nuestra parroquia".

Lo sucede el padre Carlos Franco Garavito, quién empleó una estrategia interesante para reunir a la comunidad promoviendo en diciembre los pesebres en vivo para rezar la novena sectorizado a la parroquia en 9 zonas.

Vino luego el padre Emilio Toro quién organizó mucho la parroquia en su administración; se mejoraron el piso y las bancas y el templo fue embellecido con el toque colonial que lo caracterizó por muchos años.

En 1988 llegaron el padre Jorge Rodríguez Peña como párroco y el padre René Arango Piedrahita como Vicario, quienes permanecieron por espacio de 18 años. Ellos se caracterizaron por ser muy cercanos a los feligreses, por su cordialidad y su predicación.

Los sucede el padre Daniel Saldarriaga Molina, quién se caracterizó por la cercanía a las familias y su deferencia con las personas de la tercera edad, además hizo varios cambios ornamentales en el templo.

Posteriormente llegó como párroco el presbítero Alfonso Rincón González quién enfatizó en la necesidad de formar comunidad y trabajar en la pastoral empresarial, Pastoral de la salud y Pastoral de la cultura, impulsó la formación bíblica y de proclamadores de la Palabra, insistió en que el templo y la casa cural fueran en lugares de encuentro y acogida para todos y así lo cumplió.

El padre Henry Rojas Becerra sucedió al padre Alfonso, dando continuidad a la promulgación de  la convivencia en comunidad apoyado por las comunidades religiosas de las Hermanitas Carmelitas Misioneras, Las Hermanas Pastorcitas y la Fraternidad Sacerdotal que se encuentran en el sector parroquial, así como los grupos pastorales. Con El padre Henry se logró hacer un mantenimiento  de impermeabilización completo y a fondo, tanto de de los techos de la casa cural como del templo. también se hizo un reforzamiento estructural al templo, reparación a toda la estructura de las paredes, resane de grietas, un trabajo de pintura total y la restauración de todas las imágenes religiosas del templo. Impulsó la acogida y puesta en marcha del del Plan de Evangelización de la Arquidiócesis de Bogotá (Plan E) y organizó la parroquia así en lo administrativo como en lo pastoral.

El 12 de diciembre de 2018, continuó Monseñor Álvaro Tiberio Vidales Bedoya quien se  esmeró en servir a todos los fieles con la mayor disponibilidad, para crear una comunidad centrada en Jesucristo y unida en el amor fraterno.  Monseñor Álvaro  celebró sus bodas de oro sacerdotales en diciembre de 2020.

Le sucede padre Rafael Bernal Niño 

A lo largo de los años otros sacerdotes han dejado su huella en la vida parroquial tal es el caso del padre Roberto Mora Mora cuyas homilías nos acercaban al Evangelio. Desde la fundación del barrio la presencia de las Hermanas Carmelitas Misioneras ha sido muy significativa por el grupo de oración, la ayuda a los pobres, la vida íntegra dinámica y apostólica de religiosas consagradas como la hermana Leonilda Vélez, Q.E.P.D., quien se esmeró por sembrar la semilla del evangelio mediante sus catequesis pre-sacramentales al menos a dos generaciones de feligreses gorettianos. En la catequesis también se destaca la labor del Carmelo Misionero Seglar y las hermanas Pastorcitas, quienes en las actuales circunstancias han sabido articular los encuentros virtuales con los presenciales para lograr que los niños conozcan al Señor Jesús y se incorporen a la vida en comunidad.

Nuestro territorio parroquial también ha contado con colegios de inspiración cristiana; por ejemplo, en la calle 100 con autopista Norte tuvimos la dicha de contar con los escolapios en su colegio Calasanz masculino, aún prevalecen el jardín infantil de La Niña María, el jardín y Colegio Albert Schweitzer fundado y dirigido por la profesora Gladys de Muñoz.

Importante mencionar la labor de la Corporación Cívica de la Castellana y, en la actualidad, de la Junta de Acción Comunal del barrio La Castellana, quienes contribuyen al acercamiento, el diálogo y el trabajo en favor de la comunidad.

Recordamos con aprecio y reconocimiento el trabajo realizado por el señor Antolín Saiz,  durante muchos años como cantor y organista de la parroquia, quien compuso un hermoso himno en honor a nuestra santa patrona, que solemos interpretar en comunidad, en las celebraciones de la fiesta patronal. Ver himno a santa María Goretti.

Con la intercesión de Santa María Goretti, nuestra patrona, proseguiremos nuestra marcha como parroquia renovada en los albores del Tercer Milenio teniendo siempre presente nuestro lema "Creciendo en comunidad".
 

Autor:
Equipo Comunicaciones P-SMG