En una ceremonia donde se renovaron las promesas bautismales, los padres pidieron perdón a sus hijos, y los hijos a sus padres, los padres les entregaron la luz que les ilumina el camino de ellos y de los que lo rodean. Así mismo le entregaron la cruz como testimonio de amor y al final con nuestro párroco, se consagraron a la virgen María, para que interceda por ellos.
JESÚS ES LUZ Y AMOR
Al terminar la Eucaristía, Monseñor Alirio y los padres de familia le entregaron la luz de Jesús a sus hijos próximos a recibirlo en sus corazones.