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Servicio para el Desarrollo Humano Integral

La Arquidiócesis de Bogotá desde su Plan de Evangelización ha querido dar un énfasis a la evangelización en la ciudad región, pero esta acción no se limita solo a llevar la Buena Nueva a todas las comunidades sino a transformar desde dentro, en las bases y renovar a la misma sociedad.

Esta acción evangelizadora debe desarrollar en cada uno de los fieles su compromiso con la transformación de la sociedad, en especial de la ciudad región, compromiso que debe ser acorde a las realidades de las personas. Además de anunciar el Evangelio se debe comprometer a buscar una renovación del mundo y esta debe estar basada en el amor de Dios, en la caridad y en la solidaridad.   Así como lo expresa el Papa Francisco en la encíclica Evangelii Gaudium: “Una auténtica fe —que nunca es cómoda e individualista— siempre implica un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra. Amamos este magnífico planeta donde Dios nos ha puesto, y amamos a la humanidad que lo habita, con todos sus dramas y cansancios, con sus anhelos y esperanzas, con sus valores y fragilidades. La tierra es nuestra casa común y todos somos hermanos. Si bien el orden justo de la sociedad y del Estado es una tarea principal de la política, la Iglesia no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia” (EG 183).

Se reconoce que la dimensión social del Evangelio desde la iniciación cristiana y la formación permanente de la fe debe buscar el fortalecimiento del compromiso de todos los discípulos misioneros en temas como la paz, la justicia social, la solidaridad, la reconciliación, la cultura del buen trato y el cuidado de la creación, siendo así testigos de la misericordia. Y debe afianzar el compromiso de los laicos en la construcción de una nueva sociedad más justa, reconciliada, solidaria y que cuide de la creación.

Para que una sociedad se transforme debe buscar el bien de cada uno de sus miembros, tejer un vínculo estrecho entre el bien común y la solidaridad en especial en los casos donde se evidencia la separación, la fragmentación, el individualismo, debe buscar el desarrollo de cada uno de sus integrantes, este debe ser integral, articulando cada una de sus dimensiones: social, cultural, política, económica y espiritual. 

Así, el Desarrollo Humano Integral es una tarea constitutiva de la acción evangelizadora y por lo tanto es un llamado y a la vez un compromiso en términos de la misión de la Iglesia para transformar el mundo de las personas.

Se tiene como punto de partida un reconocimiento del compromiso social que la Arquidiócesis de Bogotá ha tenido a lo largo de su historia, a través de las obras realizadas por las fundaciones y las diferentes instituciones, para responder a los desafíos económicos, políticos y sociales que el devenir histórico ha presentado a la Iglesia en Bogotá; asimismo, se hace memoria agradecida de los sacerdotes y laicos que han gastado su vida en su labor social en favor del más vulnerable.

Este reconocimiento permite constatar que, aunque la acción social de la Arquidiócesis es amplia, múltiple y atiende diferentes campos (salud, carcelario, cultural, obras de caridad, alimentos, entre otros) está dispersa y fragmentada, insuficientemente articulada y sin algunos objetivos comunes. 

Así surge la necesidad de identificar y recoger todas las acciones sociales existentes y articularlas en un sistema orientado por objetivos comunes que, respetando siempre los procesos propios de cada institución y de cada instancia, además de otorgarle una identidad común a la presencia de la Iglesia arquidiocesana en medio de la ciudad, la haga más visible y efectiva.

La articulación permitirá tener un horizonte común, fortalecer los procesos propios de cada institución y de cada instancia y hablar un mismo lenguaje, el del Desarrollo Humano Integral presente ya el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia para así poder realizar la misión evangelizadora entre los más vulnerables.

Objetivos: 

  • Promover el Desarrollo Humano Integral a la luz del Evangelio y de las enseñanzas del Magisterio Social de la Iglesia en los diferentes contextos de las realidades sociales locales, regionales y nacionales.
  • Generar una articulación entre las instituciones e instancias que trabajan en el campo social de la Arquidiócesis de Bogotá para tener una presencia activa, más contundente y clara en el contexto de la ciudad región.
  • Crear ambientes de cuidado y acompañamiento a la población a partir de los valores cristianos, humanos y comunitarios.
  • Fortalecer todas las iniciativas sociales en el ámbito arquidiocesano que busquen el desarrollo Integral de las personas en los diferentes campos de la realidad social (educación, salud, migración, carcelario, entre otros).

Objetos de la Acción:

Todas las realidades que conciernen a los ámbitos:

  • Justicia y Paz.
  • Cuidado de la Dignidad Humana (migrantes, salud, cárceles, persona adulta mayor, acompañamiento en adicciones, etc.)
  • Cuidado de la Creación.
  • Obras de servicio a la Caridad.

Ejes Transversales:

De acuerdo con su naturaleza, el Servicio se justifica y se despliega a partir de unos ejes que le dan identidad como el Servicio para el Desarrollo Humano Integral de la Arquidiócesis de Bogotá y a la vez articula a todas las instituciones e instancias que hacen parte de la Arquidiócesis y que trabajan en el ámbito del Desarrollo Humano Integral.

Estos ejes nos dan a todos los que formamos el Servicio para el Desarrollo Humano Integral una identidad, un lenguaje y una proyección clara como miembro de la Iglesia y específicamente de la Arquidiócesis de Bogotá. 

  • El Seguimiento de Jesucristo: El elemento identitario de los animadores de la evangelización de lo social es el seguimiento vital de Jesucristo, lo cual implica mantener una experiencia de fe profunda a través de la oración, del acercamiento a a la Palabra y del testimonio de la vivencia evangélica.  Lo cual, dicho seguimiento se manifiesta en el ámbito del servicio para el desarrollo humano integral en los tres dinamismos del paradigma: salir, acompañar y fermentar.
  • El Desarrollo Humano Integral: se convierte en el objeto y a la vez en la finalidad de todo el Servicio que la Arquidiócesis diseña y despliega en los diferentes campos de lo social.  La Iglesia en su trabajo evangelizador cuida y potencia todas las dimensiones del ser humano para que su desarrollo sea armónico e integral respondiendo a la vocación a la que Dios lo ha llamado por medio de sus dones, carismas, habilidades y capacidades.
  • La Responsabilidad Social: es un compromiso de carácter relacional que queda vinculado con la Justicia Solidaria frente a las injusticias, inequidades y exclusiones del mundo de hoy, los cristianos tenemos una responsabilidad con los demás y con el mundo, fundamentado en el amor a Dios y al prójimo de tal manera que nuestra acción social no sea un simple altruismo sino una manifestación de la fe y de la caridad cristiana.
  • Cultura del Buen Trato: Teniendo en cuenta que la finalidad del sistema de articulación es el servicio al Desarrollo Humano Integral, es fundamental crear y fortalecer una cultura del buen trato que sea un elemento diferenciador y de identidad de todas las instituciones e instancias en el campo social de nuestra Arquidiócesis de Bogotá para que sean verdaderos ambientes de cuidado, solidaridad y vivencia de la fe cristiana.   Este ambiente del Buen Trato implica trabajar los siguientes elementos: acogida, encuentro, cuidado, integralidad y amistad social desde el mensaje evangélico.

Líneas de Acción:

  • Formación. En esta línea de acción se hace un énfasis en los procesos formativos de los animadores del servicio para el desarrollo humano integral en dos áreas fundamentales: Por un lado, se apunta a la apropiación de las actitudes de Cristo frente a los más necesitados que se ve claramente en la parábola del buen samaritano (acercamiento, reconocimiento del otro como hijo de Dios y su precariedad, la acción solidaria a través del servicio, actitud de acompañamiento que asegura la sanación y la transformación de las personas) Y por otro lado se les ofrece estrategias y herramientas para el trabajo en los diferentes ámbitos de lo social.
  • Acompañamiento. En esta línea se desarrollan diferentes estrategias y herramientas para acompañar a los animadores en la realización de las acciones sociales significativas  en los diferentes ámbitos de lo social (arciprestazgos, parroquias, campos de evangelización).
  • Experiencias Sociales. Esta línea se genera los lineamientos para el diseño, despliegue y la evaluación de diferentes experiencias sociales significativas que se realizarán por arciprestazgos o por los equipos de los campos de evangelización.
  • Voluntariado. Esta línea promueve y propicia la participación de los fieles laicos en los diversos espacios de servicio de las instituciones e instancias vinculadas al trabajo de lo social en la Arquidiócesis de Bogotá, con el fin de consolidar la presencia eclesial y el servicio en todos los campos sociales.

Acciones:

  • Estudia el estado de la realidad de los diferentes campos que son objeto del Servicio (Lo realizará el Observatorio Arquidiocesano)
  • Coordina y motiva las acciones para la atención espiritual y material de situaciones sociales de emergencia que se presenten en el territorio de la Arquidiócesis, o fuera de este.
  • Coordina los proyectos arquidiocesanos que sean optados por el Servicio para su desarrollo anual o en las fases requeridas (máximo tres proyectos, fruto de un estudio de viabilidad y pertinencia).
  • Genera y operativiza las relaciones interinstitucionales (con instituciones eclesiales y no eclesiales) para el desarrollo ágil y eficaz de las acciones de los diferentes campos del Desarrollo Humano Integral (DHI).
  • Diseña y desarrolla procesos comunicativos de sensibilización que promuevan los diferentes campos de trabajo del Servicio para el Desarrollo Humano Integral.
  • Diseña, coordina e implementa el Voluntariado Arquidiocesano a través de la modalidad rotativa que permita mayor participación de los laicos que quieran conocer las diferentes realidades sociales en las que la Iglesia trabaja y prestar un servicio solidario a su prójimo.
  • Anima y asesora los equipos arciprestales de animadores para la dimensión social de la evangelización.

Miembros:

Las instituciones arquidiocesanas son: la Fundación de Atención al Migrante, el Banco Arquidiocesano de Alimentos, la Fundación San Antonio, la Fundación Valenzuela Balén, la Fundación Hospital San Carlos, la Fundación Fátima, la Fundación Santa María, la Fundación Amparo de Niñas, el Sistema Educativo de la Arquidiócesis de Bogotá - SEAB, la Fundación Música en los Templos, el Centro Cultural Francisco de Asís y la Fundación Buen Samaritano. 

Y las instancias arquidiocesanas son: la Coordinación de evangelización en el mundo penitenciario, la coordinación de la evangelización en la movilidad humana, la coordinación de evangelización en la salud, la coordinación de cuidado de la creación, la coordinación de evangelización a los adultos mayores, la coordinación del cuidado de la dignidad humana en adicciones, la Oficina para el Buen Trato y la Línea de la Esperanza que trabajan en el campo social de la Arquidiócesis de Bogotá.

 

 

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